Y tú ¿qué haces en vacaciones?

Cosas para hacer este verano:

Playa, montaña, el pueblo de los abuelos…

Tapeo, mojitos, atardeceres…

Jugar al tenis, patear o vuelta y vuelta bajo el sol…

¿Y qué me dices de visitar sitios nuevos y de la paellita en el chiringuito de todos los años?…

Cuantas opciones ¿verdad?

Yo lo quiero todo. Me gusta hacer de todo. A priori eso tiene bastantes ventajas y un inconveniente.

El inconveniente es que hay ocasiones en las que no queda más remedio que elegir. Y toda elección implica una renuncia.

Pero mejor te voy a hablar de las ventajas. Si eres como yo, que tienes muchas aficiones e inquietudes estás de suerte.

Y si tienes bien acotados tus gustos, pues estás de más suerte todavía.

Te preguntarás: ¿y eso porqué?

Pues porque hoy en día casi cualquier cosa está al alcance de casi cualquier persona. He escrito «casi» porque a Brad Pitt no lo puedo conseguir. Y salvo un par de cosillas más, tenemos muchas opciones al alcance de nuestra mano.

Piensa por un momento: Hace unos años viajar en avión era para gente de gran poder adquisitivo. Y hoy en día, si no eres muy exquisito con la amplitud de las butacas, te metes en internet, buscas destino y a volar.

Así que es cuestión de pensar que nos apetece hacer y voilá…con estrujarnos un poquito el coco, seguro que tenemos la manera de hacerlo realidad.

Te voy a dar para este verano algunas ideas deportivo/saludables, que es de lo que más sé. Unas son «las de siempre» y otras propuestas son algo más originales.

También soy experta y te podría recomendar pastelerías típicas de los pueblos de Madrid, por si te quedas por la zona, pero lo dejo para otro artículo.

Pues vamos al lio:

  • Si estás en la playa aquí va un clásico: paseíto por la orilla del mar. Andar descalzos por la arena es de los mejores regalos que le puedes hacer a tus pies. Los liberas del encierro del invierno y estimulas así toda su musculatura. Mejoras la circulación y fortaleces las piernas. Además, la arena y la sal te sirven de exfoliante natural.
  • Y si te gusta caminar pero estás en la montaña, el mayor beneficio que conseguirás será mejorar tu resistencia. Esto es debido al aumento de glóbulos rojos que se produce para compensar la falta de oxígeno al estar en altura.
  • Que eres de agua. Uff … las oportunidades son enormes. Puedes combinar deporte y fauna marina contratando un bautismo de buceo (se llama así a la primera inmersión con bombona). O más económico y sencillo, con unas gafas y un snorkel, depende de dónde estés, puedes ver maravillas a dos metros de la orilla.
  • Siguiendo con el agua, para los fans de las piscinas hay varias alternativas. Si te gusta ir a tu aire, unos largos combinando los diferentes estilos es un ejercicio completísimo. Trabajas la coordinación, la fuerza, la resistencia, la movilidad…y todo eso, fresquito. Y para los más sociales, están las clases de aquaerobic. Muy divertidas y dinámicas. Con ellas mejoras la capacidad cardiorrespiratoria y te ayuda a perder grasa corporal.

La lista se puede hacer infinita por lo que sólo voy a recomendarte un par de actividades más:

  • ¿Qué te parecería jugar al golf? Suena bien recorrer campos de verde hierba activando la circulación, desfogarse golpeando una bola y concentrarse en esos toques sutiles. Una mezcla perfecta entre cuerpo y mente. Lo mismo que la última actividad que te propongo.
  • No podía despedir este artículo sin recordarte por lo menos una de las maravillas que pilates puede hacer por ti: libera tensiones musculares para que no pienses en tus dolores y puedas concentrarte en lo que de verdad te importa: familia, amigos, viajar, sonreír…

Si quieres seguir practicando Pilates este verano, pincha aquí y descubrirás alguna opción interesante.

Esto es una pequeña muestra. Hay tantas alternativas como personas. Busca qué te llena y no dejes de moverte. Porque lo que no uses, se atrofia.